La encuesta realizada por el BCE a los bancos de la eurozona anticipa que las entidades seguirán restringiendo crédito en el segundo trimestre del año, aunque con una cierta relajación en concesión de hipotecas.
La pandemia continúa y los bancos perciben más riesgos sobre la situación económica y la solvencia de algunos clientes y sectores. Ello ha hecho que en el primer trimestre de 2021, tanto en España como en el resto de países del euro, se vuelva a producir una ligera contracción de la oferta de crédito. Y ahora además, la prevención continuará al menos, el próximo trimestre de este año, tanto para familias como para empresas.
Hipotecas, la excepción
El resultado de la Encuesta sobre Préstamos Bancarios del Banco Central Europeo (BCE) publicada este martes por el Banco de España, desarrollada entre el 11 y el 26 de marzo y en la que tomaron parte 143 bancos, refleja también que los préstamos se endurecieron aún más en los créditos al consumo. En la consulta participan diez entidades bancarias españolas entre las europeas entrevistadas.
La única excepción han sido las hipotecas, con una cierta relajación en su concesión en la Eurozona, mientras que en España, en el segmento de la financiación a las empresas, el endurecimiento de los criterios de concesión ha afectado a las pymes, aunque se mantuvieron estables para las compañías más grandes.
En esta línea, es el tercer trimestre consecutivo donde la banca reconoce una contracción en la oferta crediticia en casi todos los segmentos de crédito.
Retroceso en peticiones
El otro dato llamativo se refiere a las peticiones de financiación, que han retrocedido de forma generalizada en España y, en menor medida, en el resto de países del euro, de acuerdo con la Encuesta sobre Préstamos Bancarios.
Para el segundo trimestre de este año, las entidades de ambas áreas esperan un nuevo endurecimiento generalizado, aunque moderado, de los criterios de concesión de préstamos, aunque prevén un repunte de las peticiones de financiación, tanto en España como en el resto de países del euro, en todas las modalidades.
En este sentido, los bancos constataron una disminución en la demanda neta de préstamos por parte de hogares, como consecuencia de la débil confianza del consumidor y el bajo gasto en bienes duraderos, mientras que el bajo nivel general de tipos de interés y las sólidas perspectivas del mercado de la vivienda contribuyeron positivamente.