El sector inmobiliario recuperará los niveles previos a la crisis del coronavirus entre 2022 y 2024. Según un estudio elaborado por AEW, la gestora de activos inmobiliarios afiliada a la gestora francesa Natixis IM, se prevé que «pasen de dos a cuatro años antes de que se alcancen los picos de demanda anteriores al Covid-19 en los sectores más afectados, como el comercio minorista, las residencias y, en cierta medida, las oficinas«.
La primera conclusión que revela la gestora es que «si bien la recesión por el Covid-19 ha golpeado más rápidamente y con más fuerza que las recesiones anteriores, el impacto varía mucho dependiendo del sector». Pues mientras la vivienda y logística han experimentado una disminución más moderada, otros como el comercio minorista, las residencias y, en cierta medida, las oficinas se han visto más afectados.
AEW señala que «se espera que el sector de la vivienda experimente un cambio estructural» con la búsqueda de vivienda a las afueras de las grandes ciudades, ya que el confinamiento ha impulsado la búsqueda de casas más grandes con más espacio exterior como terraza o jardín.
Respecto al ‘retail’, apunta que muchos comercios minoristas “estaban en dificultades antes de la pandemia debido al cambio continuo hacia el comercio electrónico, y esa tendencia solo se ha acelerado”. Como consecuencia, asegura que no todos podrán sobrevivir a la recesión que se avecina y ve muy probable que el comercio electrónico siga ganando terreno a lo largo del año y que llegue a suponer el 30% de las ventas totales en EEUU.
El impacto del teletrabajo
Por otro lado, la gestora indica que «el trabajo en remoto será un motor de cambio para el sector de las oficinas» ya que la mayoría de los empelados han demostrado que pueden ser productivos trabajando desde casa y eso «podría reducir la demanda de las oficinas en torno a un 30%«.
No obstante, advierte que «probablemente también aumenten los requisitos de espacio por persona para garantizar un distanciamiento social adecuado«, y añade que la tendencia por establecer una mayor separación física entre los empleados «debería compensar parte del efecto del trabajo remoto en la demanda de espacio de oficinas».
Por último, AEW menciona que activos como las residencias de estudiantes o de mayores también han sufrido el impacto del coronavirus. A pesar de que durante meses la demanda ha bajado con creces, la gestora sostiene que tienen «fuertes impulsores subyacentes que deberían respaldar la demanda, una vez que pase la pandemia».
En el caso de los estudiantes, esa reactivación debería producirse a medida que las universidades retomen su actividad normal y, según los datos de mercado, se está produciendo un aumento de las reservas y una estabilidad de las inversiones, mientras que en el caso de las residencias de mayores recuerda que la demanda vendrá del envejecimiento de la población y de la ola demográfica de los ‘baby boomers’.