La pandemia y sus efectos generan todo tipo de reinvidicaciones. “El otoño y el invierno pueden ser muy complicados si no nos preparamos debidamente”, argumentan de la Associació Catalana de Recursos Assistencials (Acra). La entidad asegura que se han tomado mayores medidas de seguridad y especialmente por las personas que utilizan sus servicios, usuarios muy vulnerables, de edad avanzada y con pluripatologías.
Además, Acra reclama que se deben incrementar “de forma importante” los precios de las plazas de las residencias públicas para mejorar la respuesta ante un eventual rebrote de coronavirus. “Debemos prepararnos con equipos de protección individual (EPIs), zonas de aislamiento, derivaciones según la presión asistencial y formación específica a los empleados”, señalan portavoces de la asociación.
En paralelo, la Asociación también avisa de que los equipamientos privados subirán precios y piden un conjunto de medidas a la administración pública para que no se repita la situación que han vivido. La entidad reclama situar el presupuesto dedicado a las residencias en el entorno el 2% del Producto Interior Bruto (PIB) y crear un Ministerio de Atención a la Dependencia.
El Ceaps pide igualdad entre las administraciones para que el estado cumpla con el 50% de aportación que marca la Ley de la Dependencia, incrementar el salario de los profesionales de los centros y garantizar la sostenibilidad financiera de las compañías. Por último, también solicita aplicar una gratificación económica al personal que ha trabajado durante la pandemia.
Sobre precios
La diferencia de precios de los geriátricos entre comunidades autónomas alcanza en ocasiones el 40% de variación sobre el coste a pagar. En las regiones más afectadas por el Covid-19 como la Comunidad de Madrid y Cataluña el precio medio de una plaza es de 1.858 euros y 1.830 euros, respectivamente. El único otro territorio, además del País Vasco, que supera los 2.000 euros por un lugar en los centros de mayores es Navarra.
