Los problemas para viajar a causa de la pandemia han hecho que los fondos de capital riesgo no salgan de la City, lo que está influyendo en algunos negocios. Por ejemplo, la compraventa de activos tóxicos de la banca atraviesa un parón no visto desde la crisis anterior.
Los fondos de capital riesgo tienen una gran liquidez para comprar inmuebles y créditos morosos a precios de derribo y rentabilizarlos. Sin embargo, apenas se han cerrado operaciones este año.
En España se habían firmado transacciones por 2.400 millones de euros a 30 de septiembre. Y casi todo ese volumen está concentrado en dos operaciones de Santander (una de 1.700 millones de hipotecas refinanciadas y otra de 500 millones), según datos de la firma de información financiera Debtwire recogidos por Expansión. Lejos de los los 16.000 millones registrados en 2019 y de los 45.000 millones de 2018.
A consecuencia del Covid, los activos tóxicos están volviendo a crecer tras años de descensos. Antes de la pandemia, los ejecutivo de los fondos viajaban para visitar sobre el terreno una muestra de 40 o 50 activos inmobiliarios de la cartera que quería comprar.
Ahora, todos trabajan desde casa porque Reino Unido obliga a sus residentes a cumplir cuarentenas de autoaislamiento de 14 días si visitan países como España, Francia y Alemania.
Estas visitas son complementarias al trabajo de campo que acostumbran a hacer los equipos locales que tienen estos fondos. Según Carlos Rubí, socio de Corporate Finance de KPMG en España, ir al comité de inversiones tras haber visto in situ una muestra de lo que quieres comprar siempre es un plus en estas transacciones porque da más confianza.
Incluso en algún caso se ha cerrado la operación gracias al barrido visual realizado con un dron, según explica otro alto ejecutivo de un banco de inversión.
Ajustes de precios
La incertidumbre económica también esta lastrando este mercado, ya que complica la valoración de los activos inmobiliarios. Especialmente en el caso de aquellos ligados al turismo.
El ajuste de precios respecto a los fuertes descuentos aplicados antes del Covid oscila entre el 10% y el 15%, explican fuentes del mercado.
Según Rubí, los precios de las carteras de créditos hipotecarios han bajado de manera acorde a un escenario de mayor incertidumbre. El año pasado las transacciones rondaban entre los 600 y los 1.000 millones y este ejercicio no se ven de más de 400 millones. Aún así la firma confía en cerrar operaciones.
