La Socimi de la Finca, controlada por la familia Cereceda, ha cerrado el último ejercicio con un beneficio neto de más de 11,7 millones de euros, un incremento de casi el 21% respecto al año anterior. En el último año, la firma ha aumentado sus ingresos un 10,2%, logrando los 50,6 millones de euros y, además, ha anunciado que está trabajando para minimizar el impacto del Covid-19.
La Finca Global Asset, que está participada por Susana García Cereceda en un 50%, el fondo Värde en un 38% y Yolanda García-Cereceda en un 11%, propondrá el reparto de un dividendo de nueve millones de euros con cargo a los resultados de 2019.
La compañía, que cotiza desde 2019 en el MAB, señala en sus cuentas que el valor contable de sus activos asciende a 576,8 millones de euros, un 1,6% menos que en 2018. La Socimi tiene una cartera formada principalmente por activos de oficinas en ubicaciones prime en Madrid, entre ellos el parque empresarial La Finca de Pozuelo, uno de los complejos de oficinas más destacados de la zona norte de Madrid. Este activo consta de 20 edificios, con una superficie total de 125.000 metros cuadrados. Los edificios, construidos entre 2003 y 2005, están alquilados a grandes corporaciones como Microsoft, Orange, Santander y Accenture.
Además, cuenta con un inmueble en la calle Cardenal Marcelo Spínola, compuesto por siete edificios; otro complejo en Martínez Villergas, formado por tres edificios; y otros nueve activos, todos ellos en Madrid.
Sobre la difícil situación que atraviesa España por la pandemia del coronavirus, la sociedad ha explicado en la presentación de sus resultados que «está llevando a cabo las gestiones oportunas con el objeto de hacer frente a la situación y minimizar su impacto, considerando que se trata de una situación coyuntural».
