El pasado 14 de marzo, el Gobierno decretó el estado de alarma en España por la rápida propagación del Covid-19. Desde entonces ,el país se enfrenta a una importante crisis -primero sanitaria, después económica y social-, que deja un panorama de incertidumbre en todos los sectores económicos, incluido el inmobiliario, ante un escenario desconocido.
La declaración del estado de alarma trajo consigo varias semanas de paralización de la actividad económica no esencial. Las obras permanecieron paradas dos semanas -desde el 30 de marzo hasta el 13 de abril- como medida para frenar la curva de contagios del virus. Las oficinas de venta y las agencias inmobiliarias también permanecieron cerradas hasta el 4 de mayo y tampoco se permitía visitar los inmuebles para venta o alquiler.
En el caso de la oferta de obra nueva disponible, comenzó a descender desde que se decretó el estado de alarma. En febrero, el volumen de producto ofertado tocó techo y a finales de dicho mes inició un descenso gradual hasta finales de mayo.
No obstante, desde la tercera semana de febrero hasta la semana previa al estado de alarma se produjo una caída del 8% en la oferta de obra nueva, según datos de la plataforma de big data inmobiliario Brains RE.
Durante las cuatro primeras semanas de confinamiento se registró una caída en el número de activos nuevos publicados. «Este descenso está ocasionado por el cierre repentino de las casetas de venta y la excepcionalidad de un panorama incierto», explica Laura López, data scientist de Brains RE.
Desde la tercera semana de abril, el volumen de viviendas de obra nueva dejó de caer y las cifras comenzaron a ser constante durante el mes de mayo, coincidiendo con el inicio la desescalada. Desde que se decretó el estado de alarma hasta la última semana de mayo, se produjo un ajuste de 16,5% en el número de unidades publicadas, casi 9.000 viviendas que desaparecieron del mercado, recogen las cifras de Brains RE.
Los precios vuelven a subir
En cuanto al precio de las viviendas de la obra nueva a nivel nacional, se observa que se mantuvo estable durante las primeras ocho semanas del año, con un precio que oscila entre los 1.726 y los 1.735 euros el metro cuadrado. No obstante, en la última semana de febrero el importe medio comenzó a subir de manera paulatina hasta alcanzar el máximo anual, 1.851 euros el metro cuadrado. Respecto a los nuevos publicados, el precio de las viviendas de obra nueva presentó más inestabilidad durante los cinco primeros meses del año.
Valencia, donde más cayó la oferta
En muchos de los principales municipios españoles, la oferta de viviendas de obra nueva sufrió un descenso desde el estado de alarma. La ciudad que registró la mayor caída fue Valencia, que pasó de tener 1.407 unidades en stock en la tercera semana de marzo a 828 al cierre de mayo, esto supone en un descenso del 41%. Por detrás, se situaron Málaga, con una bajada del 22%, y Sevilla, con un ajuste del 21%. Y a un ritmo menos intenso, la oferta de viviendas de obra nueva descendió un 12% en Madrid y un 10% en Murcia.
En este sentido, los municipios que sufrieron ajustes más débiles fueron Barcelona, con un descenso del 6%, y Zaragoza, donde las unidades de obra nueva publicadas tan solo cayeron un 3%.
¿Cuáles son los motivos?
Desde febrero, no solo ha descendido el número de publicaciones semanales de obra nueva por parte de las promotoras e inmobiliarias; sino que también se ha registrado un aumento de las bajas o despublicaciones de este tipo de producto de las plataformas de venta. Durante la primera quincena de abril, se produjo un pico de bajas y más de 3.000 activos de obra nueva, casi un 7% del total, fueron retirados del mercado.
A priori, estos datos ponen de manifiesto la cautela con la que las empresas del sector están afrontando la situación actual. «El descenso del número de viviendas de obra nueva que salen al mercado es notorio. Esto puede deberse a la incertidumbre y la ralentización que está teniendo la comercialización de este producto, por lo que muchas promotoras han decidido aplazar el lanzamiento de nuevas promociones y paquetes de obra nueva», explica la data scientist de Brains RE.
Además, muchas empresas han optado por retirar producto del mercado como medida estratégica, dado que los precios siguen subiendo y no parece que estén dispuestas a bajarlos de momento.
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