El Índice de Precios de Consumo (IPC) no varió en el mes de mayo respecto al mes de abril, aunque la tasa de variación anual se situó en el -0,9%, dos décimas por debajo que la anterior y la mayor tasa negativa desde mayo del 2016. Vivienda es uno de los poco grupos que sube, con un ligerísimo 0,078%.
La explicación del dato negativo se debe en gran medida al abaratamiento del precio de los carburantes y combustibles y a los efectos de la pandemia.
Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la caída del IPC del mes de mayo ha sido una décima inferior a la esperada ya que el dato provisional preveía un retroceso de tres décimas. A pesar de ello, se encadenan dos meses consecutivos de tasas negativas.
La inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, se mantuvo en mayo en el 1,1%, con lo que se sitúa dos puntos por encima del IPC general, algo que no sucedía desde julio del 2009.
Coches y alimentos
Aparte del descenso de combustibles y carburantes, en el parón impacta la bajada del precio de los automóviles y de los alimentos y bebidas no alcohólicas. En el caso de estos últimos, el IPC desciende cinco décimas respecto al mes de abril, por lo que pasa a situarse en una tasa anual del 3,5% . En concreto, los alimentos frescos alcanzan una tasa del 5,4%, un punto y medio por debajo de la del mes anterior, destacando el abaratamiento del pescado fresco y de las carnes de porcino y ave.
Por lo que respecta a los precios del transporte, en el que se incluyen los carburantes y lubricantes para el transporte personal, la tasa anual cayó un 8%. Asimismo, es destacable el encarecimiento de la energía eléctrica cuya variación anual subió tres puntos y pasó a situarse en -17%.
El INE apunta en su comunicado el hecho de que en el mes de mayo continuó el estado de alarma y, aunque muchos de los establecimientos comerciales han ido abriendo paulatinamente, esta apertura se ha hecho con restricciones de aforo, por lo que la recogida de precios se ha realizado de nuevo íntegramente por medios telemáticos. Además, hay parte de la cesta de productos del IPC que continúa sin estar disponible para su adquisición por los hogares.
Agregados Covid
De hecho, el INE ha calculado dos agregados especiales, Bienes COVID-19 y Servicios COVID-19, que muestran la evolución de los bienes y servicios que los hogares adquirieron con mayor frecuencia durante el mes de mayo.
La tasa anual del primer grupo, que incluye productos de alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, productos farmacéuticos, comida para animales y artículos para el cuidado personal, se situó en el 2,8%, tres décimas menos que el mes anterior.
Por lo que respecta a los Servicios COVID-19, la variación anual aumentó cuatro décimas pasando a situarse en el –4,0% debido al incremento del precio de la electricidad. Este grupo contienen servicios de alquiler de vivienda y garaje, la distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, servicios de telefonía, música y televisión en ‘streaming’, seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios.