Un informe elaborado por la Confederación Española de Asociaciones de Fabricantes de Productos de Construcción (CEPCO), remitido al Gobierno, estima que este año se producirá la pérdida de unos 70.000 empleos entre los fabricantes de materiales de construcción, bajando a los 300.000 puestos de trabajo; se teme la destrucción de más de medio millar de empresas, de un total de 33.560, y un desplome valorado en 19.000 millones entre demanda interna y exportaciones, que el año pasado sumaron 64.000 millones.
En el mismo informe, la patronal, que engloba a 15 asociaciones nacionales de fabricantes de materiales para la construcción, aporta soluciones para la salida de la crisis generando tres puntos de PIB y 500.000 empleos en tres años, además de un retorno fiscal del 50%. La patronal detalla la necesidad de inversión en infraestructuras del agua, sanitarias, energéticas o educativas; una mayor apuesta por la conservación de carreteras, y planes de vivienda social e incentivos a la rehabilitación.
Como ayuda directa a los fabricantes, se demanda una prórroga en los pagos a la Seguridad Social, que se eviten impuestos sobre beneficios previstos y que se agilicen las devoluciones de IVA. Otras medidas sugeridas para inyectar oxígeno en esta industria son la inclusión de todos los CNAEs en la primera línea de créditos ICO; la habilitación de una política de aval de deuda comercial ante el derrumbe de la calificación de riesgo de muchos clientes, o “suavizar” durante seis meses los costes energéticos.
Desde la asociación que dirige Luis Rodulfo se ha comprobado que buena parte de la obra pública está en marcha; la edificación residencial ha tenido una reactivación gradual desde el 13 de abril; la edificación no residencial está al 70%, tras la primera quincena de parón, y aún están por volver la reforma y rehabilitación.