
Con la situación generada por el Covid-19, Tenerife se ha convertido en un reclamo para teletrabajadores y empresarios de alto poder adquisitivo de toda Europa que pueden gestionar sus negocios en remoto.
La compañía Abama Resort, que gestiona el desarrollo inmobiliario de este destino de Guía de Isora, ha organizado esta semana una webinar bajo el título ‘Trabajando en el Paraíso. Perfectivas del teletrabajo en 2020’, en la que Elsa Rodríguez, asesora de Tenerife Work & Play, ha explicado las fórmulas que se están utilizando en esta iniciativa del Cabildo de Tenerife para incentivar el desarrollo económico del territorio atrayendo nómadas digitales, teletrabajadores y startups de base tecnológica.
Según destacó Elsa Rodríguez durante su intervención en este encuentro digital, las ventajas fiscales, la tecnología, la conectividad, el clima y la oferta de ocio complementaria de la isla, están siendo determinantes para atraer a personas de todo el mundo que trabajan para distintos sectores. Este flujo de emprendedores y teletrabajadores “contribuye fuertemente al desarrollo de la economía local, ya que incrementa el consumo en la isla y la contratación de mano de obra”, explicó.
El teletrabajo cambia también la perspectiva arquitectónica
Además de personas que llegan a Tenerife de paso, también cada vez son más los que deciden invertir en una segunda residencia o establecerse en la isla mientras trabajan para compañías en el extranjero o mantienen sus negocios en otros países.
También los canarios y los españoles, en general, se decantan cada vez más por el teletrabajo. La digitalización de la sociedad ya es casi total y muchos de los empleos se pueden hacer hoy en día desde casa, y en este sentido la búsqueda de la vivienda ideal para ello es cada vez más importante en la toma de decisiones. Espacio exterior, zonas específicas donde teletrabajar o adaptadas para ello, suelen estar ya en la lista de ‘must have’ de los compradores, según confirmó, Maya Peychinova.
“Ya es una exigencia incluir este nuevo uso, el teletrabajo, como parte de los proyectos de los nuevos edificios y viviendas que se están desarrollando en todo el mundo. Pero hay una excepción para el caso de Tenerife y de las Islas Canarias, en general, y es que podemos también integrar espacios exteriores, integrar la naturaleza y el entorno como recurso para teletrabajar”, explicó el arquitecto, “y esto nos diferencia en gran medida de otros destinos”, puntualizó.
Las Atalayas de Abama incluye espacios de trabajo en las viviendas
Señaló que en el caso concreto de “Las Atalayas de Abama”, por ejemplo, se han incorporado espacios de trabajo en cada una de las estancias de las villas, de forma que se conviertan en áreas de múltiples usos en el interior de la vivienda, pero que también han diseñado espacios de teletrabajo de puertas afuera”.
“El exterior permitirá que los teletrabajadores puedan interactuar de forma natural con otras personas, con distancia, de forma saludable”, recalcó Arsenio Pérez. Esta mecánica se repetirá en edificios residenciales, donde también se proyectan espacios de trabajo interiores y comunitarios externos a la vivienda, de forma que se pueda salir de casa a trabajar, en viviendas que no cuentan con tantos metros cuadrados, multiplicando así el valor del inmueble.
“Son espacios de trabajo colaborativo que estarán equipados para que los propietarios puedan trabajar cómodamente, y que también podrán contar con áreas exteriores”, sostuvo.