«La apuesta de Quabit era un proyecto a medio plazo en el que, a pesar de que se han ido dando todos los plazos para su consolidación, las circunstancias económicas y de mercado no han acompañado«. Así justificaba Félix Abánades, CEO y presidente de Quabit, la operación por la que su inmobiliaria será absorbida por la también cotizada Neinor Homes.
El pasado 11 de enero, los consejos de administración de Neinor Homes y Quabit Inmobiliaria dieron luz verde al proyecto de fusión por absorción de Quabit por Neinor, que se someterá a aprobación por parte de las Juntas Generales de Accionistas de ambas compañías este 31 de marzo.
La nueva compañía, que mantendrá el nombre de Neinor Homes, nace con activos conjuntos por valor de 2.000 millones de euros, suelo para levantar 16.000 viviendas, y un mix de negocio de venta y patrimonio en alquiler (Neinor Rental), con constructora propia a través de Rayet, proveniente de Quabit.
Canje en junio
Los accionistas tendrán que dar ‘luz verde’ a una ampliación de capital por un importe máximo de cerca de 56 millones de euros.
Tras la inscripción en el Registro Mercantil, se producirá el canje de las acciones de Quabit por las de Neinor. «Será previsiblemente a principios o mediados de junio», explicaba el ejecutivo, en un encuentro con accionistas e inversores, organizado por Estrategias de Inversión.
La operación se produce después de que los acreedores de la adquirida hayan aceptado quitas por valor de 50 millones en la deuda. Se trata de una operación valorada por la empresa finalmente entre 360 y 370 millones de euros (incluyendo deuda).
«He tenido en mente, ahora y siempre, a todos los accionistas de Quabit, entre los que yo mismo me cuento con un 18% del capital. Yo también he acudido a todas las ampliaciones de capital, acudiendo incluso al endeudamiento. Puedo entender su desilusión, pero llegados a la situación actual, entiendo que la mejor opción para los accionistas es poder participar en una de las mayores promotoras de España», añadía.
Impacto del Covid
Abánades desgranó los motivos por los que la compañía decidió abandonar estrategias como la búsqueda de financiación alternativa, apertura a socios o incluso ventas de carteras. «Esta operación es muy beneficiosa para los accionistas de Quabit porque va a crear valor mediante la combinación de las capacidades de gestión de ambas compañías y la obtención de sinergias operativas y financieras».
En referencia al empeoramiento del cumplimiento de ventas y entregas de viviendas, explicó que «no existía al final del año 2019 una situación que nos hiciera pensar en un replanteamiento a la baja de nuestro plan. Todo esto cambió con la llegada de la pandemia y las expectativas cambiaron radicalmente».
En este sentido, el Covid ha supuesto unas pérdidas de 119,3 millones de euros en 2020, entre depreciaciones de suelos por 59,7 millones de euros y la baja de créditos fiscales por 59,6 millones de euros, de un total de 147,5 millones de pérdidas del año.
«Pese a todas las dificultades, en 2020 hemos entregado 785 viviendas. Sin duda, sin la crisis de 2020, las entregas habrían sido mayores, los costes se habrían reducido y habríamos estado en un punto más cercano a ese punto de equilibrio», asegura el directivo.
Integración en Neinor
«Llegados a la situación actual entiendo que la mejor opción para los accionistas es poder participar en una de las mayores promotoras de España, con alta visibilidad de generación de resultados y gran potencial de revalorización de la acción», precisa el CEO de Quabit. Para este año, las previsiones de la compañía pasan por la entrega de más de 2.500 viviendas, un ebitda positivo de 150 millones y un resultado neto de más de 80 millones.
Abánades defiende el gran potencial de revalorización de la acción. «Está previsto un dividendo de más de 50 millones que supone aproximadamente una rentabilidad del 6% sobre la capitalización, una de las mejores del sector».
Y es que, tomando marzo de 2020 como base 100, la cotización de Quabit ha estado muy penalizada. Su caída ha sido del 51,2% frente a descensos del 23,4%, 2,1% e incluso subidas del 5,3% del resto de cotizadas.
Planes personales de futuro
El directivo llegó al inmobiliario por la construcción, y todo parece indicar que vuelve a ella. Preguntado por Brainsre.news sobre sus planes personales, explicó: «Cuando se materialice la fusión, entre otras, estará bajo mi responsabilidad directa la constructora, y me mantendré ligado a la gestión de la compañía como senior advisor en el consejo de administración de Neinor».
Abánades adquirió en los ochenta una compañía en quiebra técnica, Rayet Construcción, que llegó a ser la gran competidora de Hercesa, la reina de la promoción asequible en la zona Centro española.
A partir de ahí, crea el grupo Rayet, con inversiones en hoteles, cadenas de televisión y saltos a Latinoamérica. En pleno boom, vendió la división inmobiliaria a Enrique Bañuelos, creador de Astroc, el gran símbolo de la burbuja inmobiliaria (y posterior estallido).
La venta salió mal, y acabó recomprándola, para fusionar Rayet Promoción, Landscape, Astroc y otras 16 empresas. Abánades llevó a cabo una profunda reordenación de la compañía, completando el proceso de refinanciación y dando a primero, grupo Afirma y, después, Quabit Inmobiliaria, que ahora desaparece bajo el paraguas de Neinor.