El coronavirus y su impacto en el sector turístico español deja notar sus primeras decisiones en los planes de negocio de las compañías. Grandes firmas del sector como son las cadenas RIU y Meliá así como HIP, propiedad del gigante de la inversión estadounidense Blackstone, han decidido poner en ‘stand by’ sus planes de crecimiento en una de las grandes plazas turísticas del litoral español, Benidorm.
Estas compañías se encontraban en proceso de búsqueda tanto de suelo como de activos para comprar en la ciudad alicantina, según El Confidencial, planes que han quedado congelados hasta conocer más cuál es el impacto total de la crisis del Covid-19 en el negocio turístico español.
La localidad alicantina ha sido doblemente golpeada por la pandemia, por un lado, por la cuarentena impuesta por parte del Gobierno británico a aquellos turistas procedentes de España, así como la cancelación de los viajes del Imserso. La patronal hotelera Hosbec ha anunciado que la mayor parte de los hoteles de Benidorm cerrarán sus puertas en la segunda quincena de septiembre. En concreto, el presidente de Hosbec, Toni Mayor, ha asegurado que de los 140 establecimientos hoteleros que existen en Benidorm, tan solo entre diez y 15 se mantendrán abiertos después de dicha fecha.
A nivel nacional, la patronal turística Exceltur se vio obligada hace apenas unos días a revisar a la baja sus previsiones de verano y las del conjunto del año del turismo, estimando que el principal sector de la economía perderá 98.743 millones de euros, 15.000 millones más de su último cálculo, con «un impacto de dimensiones inéditas sobre el empleo al final del verano».
En julio, las estancias en alojamientos hoteleros en España cayeron un 74,3% con respecto al mismo mes del año anterior, un desplome histórico.
Andalucía, Cataluña y la Comunidad Valenciana son los destinos principales de los viajeros en julio, con caídas en las pernoctaciones del 63,5%, el 78% y el 69% respectivamente.