La Socimi GMP, participada por la familia Montoro y el fondo soberano de Singapur (GIC), ha celebrado esta semana su junta general de accionistas donde se han aprobado los resultados del ejercicio de 2020.
En este periodo, la patrimonialista tuvo unos ingresos de 60,27 millones de euros, más de un 10% menos que en 2019. A pesar de esa caída en la facturación, presentan un beneficio neto de 80,16 millones.
Los beneficios multiplican por cuatro los obtenidos en el curso anterior. Según señalan en la documentación enviada a BME, obtuvieron 99 millones por la venta de un inmueble en Castellana Norte. Esto ha causado que el beneficio de 2020 sea un 400% mayor que el de 2019.
Los activos inmobiliarios de la empresa están valorados en 858,40 millones, 14 millones más que en el curso anterior. Estos activos hacen frente a su deuda total que asciende a 799,13 millones: 6,52 millones a afrontar en el corto plazo y 792,61 millones en el largo. En 2021 y 2022 solo vencen algo más de tres millones cada año. En 2023, deberá afrontar 253 millones en pasivos, y en el año 2024 y posteriores los 617 millones restantes.
La rentabilidad por dividendo de la Socimi este ejercicio fue del 2,3%, lo que supone 1,31 euros por acción. La acción abrió y cerró el año en 57 euros, aunque llegó a revalorizarse un 7% durante el primer semestre del ejercicio.
La ocupación de los activos de GMP está al 95,1%, con una renta media de 20 €/m2 y un vencimiento medio de los contratos de 4,1 años.
En la asamblea general, la Socimi también aprobó la asignación de Deloitte como auditor.
Últimas operaciones de GMP
La Socimi participada por el fondo de pensiones de Singapur está inmersa en la renovación del distrito financiero de Azca, en Madrid. Junto a Merlin Properties, fundaron la promotora Renazca, creada para ese fin. Cada uno de los socios aportará una cantidad proporcional al espacio que ocupan hasta 25 millones. Los socios fundadores están en negociaciones para incorporar a incorporar al proyecto a Pontegadea, El Corte Ingles, Hi Partners y Mutua Madrileña.
En marzo, GMP compró suelo para construir un edificio de oficinas de 10.500 m2 en Madrid. Este solar, ubicado en Sanchinarro, se realizó a través de una subasta judicial en la que la compañía resultó adjudicataria.
