El presidente del Consejo General de los Colegios oficiales de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (CGCoapi), Gerard Duelo, cree que la mayor parte de las empresas de intermediación inmobiliaria tienen músculo financiero para aguantar una crisis temporal como la provocada por el coronavirus.
Duelo es desde marzo el primer presidente catalán del Consejo General de Coapi, que agrupa a 46 colegios y 4.300 colegiados, conocidos como APIs. Vicepresidente de GD Brokers Inmobiliarios, empresario, escritor, por fin había conseguido dedicarse a sus setenta años a su vocación, la de novelista.
Y de pronto, se topa con una pandemia, una disrupción en la sociedad española, que ha puesto su mundo y el de todos ‘patas arriba’. Pero está convencido de que el sector saldrá de esta situación porque «olvidamos que en el crack de 2007 muchas empresas resistieron entre seis y ocho años a pesar de la crisis de solvencia y liquidez. Nuestras empresas hoy tienen músculo para aguantar dos o tres trimestres de estancamiento de la actividad y hay que recordar que toda la economía estaba a pleno rendimiento antes de la pandemia», explica en una entrevista con brainsre.news.
«Toda la vida he sido un impostor», comenta con sorna este escritor que ha tenido que someter su vocación al mundo de la empresa -llegó a ser el primer presidente español de Pioneer España- y ahora a la representación de más de 10.000 intermediadores en toda España, entre colegiados y agentes.
No obstante, le ha dado tiempo a publicar su segunda novela, Convictos, -sobre la creación de Australia- que en tiempos de confinamiento se vende a toda vela en el mundo digital; y a toda vela quiere que vuelva la intermediación inmobiliaria.
Es también presidente del COAPI de Barcelona y de la Asociación de Inmobiliarios de Catalunya; presidente de la futura Confederación Nacional de Inmobiliarios de España y vicepresidente de FIABCI Internacional en España.
Precisamente, la organización de dicha confederación, su próximo reto cuando la vuelta a la normalidad lo permita, le permitirá aunar en una sola voz a más de 14.000 agentes inmobiliarios a los que hay que sumar los 4.300 colegiados, y tener una fuerza de negociación considerable cara a poner en valor la intermediación inmobiliaria. Hoy, con varios frentes abiertos.
Frente económico
El inmobiliario «es la segunda o tercera actividad, por detrás del turismo, por peso en el PIB; creemos que es importante que sea una de las primeras actividades en volver a la normalidad, porque es esencial por esta aportación al crecimiento de la economía«. Las últimas noticias procedentes del Gobierno para reactivar el trabajo de estas empresas van en el buen camino, a falta del plan de desescalada.
Es un sector que, pese a «no verse reconocido dentro del grupo de las actividades profesionales que debían de cesar totalmente su actividad por causa de fuerza mayor, se ha visto obligado en la práctica al cierre total de sus oficinas, despachos, locales y establecimientos por la dificultad de mantener su actividad mediante el sistema del teletrabajo; al no otorgársenos ese estatus, se nos veta el acceso a las ayudas establecidas para estas situaciones de gran desfavorecimiento».
El segundo frente está en las cifras, y su impacto. Duelo no quiere ponerle porcentajes a las caídas del precio de la vivienda, la actividad o el PIB. «Honestamente, creo que nadie tiene una bola de cristal para vaticinar los números de una crisis que no tiene antecedentes comparables con nuestro país, no hay libro ni manual para esta pandemia», explica el directivo. «Sí podemos afirmar, -precisa- que no es una crisis estructural, como la de 2008, pero hasta que no demos el pistoletazo de salida de la actividad no sabremos cómo va».
¿Se abona a la teoría de la curva en forma de U o de L, para nuestro país? «La salida de la crisis va a ser una cuestión de dos o tres trimestres, no de años«, se atreve a augurar Duelo. El directivo tiene un argumento de peso: «olvidamos que en la anterior crisis muchas empresas resistieron entre seis y ocho años a pesar de la crisis de solvencia y liquidez; nuestras empresas hoy tienen músculo para aguantar dos o tres trimestres de estancamiento de la actividad». La economía, los fundamentales y la actividad estaban ahí antes del confinamiento», recuerda Gerard Duelo.
Pero muchas voces del sector repiten que habrá una caída de precios en la segunda mano y un descenso acusado de las operaciones…»Siempre hay que esperar a las estadísticas, pero la reducción de oferta es evidente. Ahora bien, no hay que olvidar que estamos en un mercado qué depende de las necesidades del que vende o del que compra; con la situación generada por la caída del empleo el que necesite vender bajará el precio, pero seguirá generando operaciones y trabajo«, explica el presidente del Consejo General de los Coapi.
Y repite como otros agentes del sector, el mantra del negocio, el de que el descenso de los precios va por ‘barrios’: «El mercado inmobiliario no es uno, son ciudades, microáreas dentro de las ciudades, y siempre tendemos a comparar el comportamiento de Madrid y Barcelona como el de todo el país». Otra cuestión es que este parón coyuntural se convierta en una crisis estructural porque el Gobierno no toma las medidas necesarias, ante esa situación es que habrá que hablar de un escenario global inimaginable».
Durante la crisis de 2008 y años sucesivos casi la mitad de la red de agencias inmobiliarias desapareció. La recuperación económica a partir de 2015 volvió a promover aperturas y se calcula que en la actualidad hay cerca de 55.000 agencias inmobiliarias operativas en España.
En este sentido, el presidente de los colegios y agencias sí reconoce que habrá ajustes y desde luego, que las empresas menos profesionalizadas volverán a ser expulsadas del mercado.
Frente judicial
Antes de la pandemia, había cuestiones de calado pendientes como la subida de los alquileres, o la agilización de los trámites de licencias y gestiones urbanísticas y registrales, que la intervención de lo gobiernos no ha contribuido a dinamizar. En el caso concreto de Barcelona, la exigencia de la alcaldesa Ada Colau de destinar un 35% de los nuevos planeamientos a vivienda protegida abrió un frente más.
“Las consecuencias negativas de las decisiones tomadas desde la Administración en la gestión del parque residencial, de la construcción y del alquiler, van en contra de lo que desde el colectivo API aconsejamos, porque restringirán la oferta y afectarán de nuevo negativamente al precio”, insiste en recordar.
Las cinco grandes organizaciones de profesionales inmobiliarios de Catalunya se han mostrado muy activas contra la nueva regulación de los alquileres que ha anunciado el Gobierno, que se suma a las medidas que ya anunció la Generalitat a finales de diciembre y a las restricciones del Ayuntamiento de Barcelona, y junto a la patronal inmobiliaria de los promotores han lanzado una ofensiva jurídica que aún está pendiente de resolución.
Frente fiscal
Gerard Duelo también monitoriza a la dura situación transitoria a la que se enfrentan sus afiliados, con los mismos problemas de pago del alquiler, impuestos y ERTEs, que el resto de empresas.
«En este tema, y a pesar de que el Gobierno se enfrenta a una situación sin precedentes, creo que es fundamental centrarse en todas las medidas que favorezcan la liquidez de las empresas, para que cuanto antes retomen el trabajo y sus plantillas, ya sean créditos blandos, moratorias o aplazamientos». E insiste: «No estamos ante un sector insolvente, sino en un sector con ganas, que quiere reconducir el empleo de sus profesionales, que han estado ‘saliendo a la calle online’ y trabajando duramente».
«Habrá un antes y un después del coronavirus, pues hay cambios que han venido para quedarse en el sector tecnológico y creativo”. Duelo ha incidido en que es “muy importante reaccionar a tiempo en situaciones críticas; creo que nuestros agentes inmobiliarios han aprendido mucho no sólo en cuestiones técnicas y económicas, sino también humanas, hay que ayudarse».
