La crisis del Covid-19 ha cambiado el sector inmobiliario en muchos aspectos, puesto que ha provocado la ralentización de la compraventa de viviendas y ha impulsado el negocio del alquiler. Como consecuencia, el tiempo medio de publicación de los inmuebles en venta en España se ha dilatado considerablemente.
Según datos de la plataforma de big data inmobiliario Brainsre, recogidos de más de un centenar de portales y agencias inmobiliarias, el tiempo de publicación medio de una vivienda en venta en España se situó en 5,5 meses en el cuarto trimestre de 2020.
Esto supone un aumento del 41% respecto a la cifra registrada entre enero y marzo del año pasado, que fue de 3,9 meses. A lo largo del ejercicio, el tiempo medio para vender una vivienda se ha ido incrementando paulatinamente: en el segundo trimestre la media fue de 4,3 meses y en el tercero de 4,7 meses.
Esto se debe a la actual situación de crisis y sobre todo a la incertidumbre económica y laboral. «La oferta de vivienda en el mercado ha aumentado ligeramente y la demanda se ha contraído debido a la inestabilidad creada por la pandemia, por ello, se dilatan los tiempos de venta y el mercado de venta se ralentiza», ha explicado María Moreno, data scientist de Brainsre.
El precio de la vivienda, en máximos
En la semana previa al inicio del estado de alarma, el precio medio de la vivienda en España se situó en 1.760 €/m2. Durante el confinamiento, el precio más bajo se registró en la última semana de abril: 1.731 €/m2. No obstante, los precios se han ido recuperando a lo largo de los meses.
Así, según datos Brainsre, el precio medio de venta de la vivienda en España alcanzó los 1.796 euros el metro cuadrado en el cuarto trimestre de 2020, un 1,6% más que en el anterior trimestre. Mientras que entre octubre y diciembre, el precio medio de la vivienda en venta se situó en 261.521 euros. Ambas cifras suponen los precios máximos de los últimos cinco años, según datos de Brainsre.
En este sentido, el precio medio de la vivienda de obra nueva se situó en 2.172 euros el metro cuadrado, frente a los 1.792 €/m2 de la de segunda mano. En ambas, los precios presentaron un crecimiento positivo en el último año: un 22% interanual en la vivienda nueva y un 0,9% en la usada.
Los pisos de 1 dormitorio, los más caros
Entre octubre y diciembre de 2020, la oferta de pisos a la venta representó el 67,3% del total de viviendas a la venta en España, siendo en su mayoría pisos de 3 dormitorios (29,7%). Por detrás, se encuentran los de 2 dormitorios (19,8%) y los de 4 dormitorios (8,9%). Por su parte, las viviendas unifamiliares copaban tan solo un 32,7% de la oferta.
En el caso de las viviendas unifamiliares, la mayoría de la oferta existente fue de 3 dormitorios. Atendiendo a la superficie, el piso promedio a la venta disponía de unos 99 metros cuadrados a nivel nacional, frente a los 241 metros de la casa promedio.
En el último trimestre del ejercicio pasado, el precio de los pisos de 1 dormitorio alcanzó los 130.579 euros y ostentaron el importe medio unitario más elevado de todas las tipologías de activos residenciales: 2.177,2 €/m2.
Por su parte, los pisos de 2 dormitorios registraron un precio medio de 164.888 euros, lo que importe de unos 2.002,2 euros por metro cuadrado. Los de 3 habitaciones, la tipología más abundante del mercado español, tuvieron un precio medio de 185.628 euros (1.820 €/m2) y los de 4 dormitorios de 267.086 euros (2.000,7 €/m2).
En valor absoluto, en las viviendas de 1 y 2 dormitorios apenas hay diferencia entre el precio de la vivienda plurifamiliar y la unifamiliar. Sin embargo, el precio medio de las viviendas unifamiliares de 3 dormitorios superó los 254.460 euros, lo que supone una diferencia de más de 68.000 euros respecto a los pisos con el mismo número de habitaciones.
Por otro lado, las casas de 4 dormitorios registraron un precio medio de 396.225 euros, una brecha de 129.000 euros respecto a los pisos del igual número de habitaciones.
¿Cómo se estructura el mercado residencial?
En el cuarto trimestre de 2020, en el mercado español de la vivienda el 83% correspondió a inmuebles destinados a la venta, frente a un 17% destinados al alquiler.
«Sin duda, la crisis ha impulsado a muchos propietarios a pasar sus inmuebles al alquiler tradicional, mientras que otros propietarios de viviendas en venta han decidido retirarlos del mercado ante las bajadas de precios», ha asegurado María Moreno.
Con respecto al comercializador, en España la mayoría de los vendedores de vivienda optan por acudir a agencias inmobiliarias frente a la venta entre particulares, aunque estamos lejos de los niveles de profesionalización que se alcanzan en otros países europeos.
Así, el 83% del producto total en venta está en manos de agentes inmobiliarios y tan solo el 17% restante lo gestionan particulares. En otros países, como Italia o Portugal, los activos gestionados por particulares no llegan al 5%.
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