El grupo de gobierno formado por cuatro partidos con el PP al frente, y sus socios Coalición Canaria-Unidos por Gran Canaria, Ciudadanos y Plataforma Vecinal por Santa Brígida, ha retomado la discusión sobre qué uso darle a un espacio público situado en pleno casco urbano del municipio, que en origen fue campo de fútbol.
El proyecto contemplaba un centro comercial con un supermercado bajo rasante, con una normativa que no permitía dotar de ese uso al suelo, y además exigía que se debían construir aparcamientos subterráneos, una plaza pública, locales comerciales y unos multicines.
En 2009 se paralizaron las obras y comenzaron batallas judiciales que finalizaron en 2018, tras una sentencia que declaró la nulidad del contrato entre la UTE encabezada por FCC y el ayuntamiento.El fallo devolvía el edificio a manos municipales y ponía fin a un pago de más de 3.000 euros diarios por parte de la administración que habían asumido anteriores gobiernos municipales del PP. No obstante, el juzgado impuso un pago de 5,6 millones de euros de indemnización.
Ahora, en el debate no se descarta la opción de construir el centro comercial, un supermercado, o un espacio polifuncional dedicado a temas culturales que a su vez se combine con una actividad comercial que genere ingresos.
