El Consejo de Ministros ha aprobado las bases reguladoras del Programa de Rehabilitación Energética de Edificios (PREE), al que destinará 300 millones de euros en ayudas directas a incrementar la eficiencia energética de edificios construidos antes de 2007.
El plan contempla un mayor porcentaje de ayuda para los consumidores vulnerables y se alinea con las políticas de reactivación económica frente al Covid-19 impulsadas por la Unión Europea, centradas en la transición energética y la digitalización.
Las actuaciones serán las dirigidas a mejorar la envolvente térmica del edificio, la eficiencia de las instalaciones térmicas -calefacción, climatización o producción de agua caliente sanitaria- y las instalaciones de iluminación.
La cuantía de las ayudas será del 35% del coste de la actuación, salvo en las mejoras en iluminación, que será del 15%. En rehabilitaciones de viviendas individuales, será del 25% en el caso de envolventes e instalaciones térmicas, y del 15% en iluminación.
300 millones en ayudas
Estas subvenciones las podrán solicitar comunidades de propietarios, comunidades de energías renovables y comunidades ciudadanas de energía, propietarios individuales de edificios, agrupaciones de propietarios de edificios, empresas explotadoras, arrendatarias o concesionarias de edificios, empresas o proveedores de servicios energéticos, y entidades locales.
Los 300 millones de euros serán distribuidos según el criterio objetivo del número de primeras viviendas censadas en cada comunidad y ciudad autónoma. Posteriormente, serán estas las que realizarán la convocatoria de las ayudas. El plazo para hacerlo es el 31 de julio de 2021.
Contadores individuales
El Consejo de Ministros también ha regulado la instalación de contadores individuales en los edificios con sistemas de calefacción y refrigeración central, en cumplimiento de la normativa europea.
El principal objetivo es mejorar el rendimiento energético en edificios, basándolo en el consumo individual, de forma que cada usuario del inmueble abone únicamente la cantidad que consume, para así optimizar el uso de la energía y evitar costes innecesarios.
La normativa será de aplicación en edificios con sistemas de calefacción o refrigeración construidos antes de la aprobación del Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios de 1998, pero la instalación solo se hará en aquellos casos en los que sea técnica y económicamente viable. El calendario de cumplimiento será gradual, y no será necesario realizar la instalación en el próximo invierno 2020-2021.