
La crisis desatada por el Covid-19 tendrá un efecto directo en el acceso al crédito para la promoción inmobiliaria que podría caer en 2020 hasta un 25% con respecto al nivel del año anterior. Esta cifra supondría volver, como máximo, a niveles de 2017, según Expansión.
La banca sigue interesada en la financiación de proyectos inmobiliarios por el negocio inducido que hay detrás, es decir, la conversión de estos préstamos en hipotecas a los compradores finales de estas viviendas y que supone la vinculación de clientes a largo plazo (con duraciones de entre 20 y 30 años), con contratos que incluye la domiciliación de nóminas, por ejemplo.
Para impedir esta caída en la financiación, el Banco de España ha aprobado una doble modificación que permite un margen mayor a las entidades financieras para medir el riesgo de refinanciar un préstamo. La nueva norma permite a las entidades clasificar estas operaciones de refinanciación en la categoría de «normal» si no se ha producido un incremento significativo del riesgo de crédito.
El año pasado se formalizaron 357.000 hipotecas en España. Sabadell y CaixaBank fueron los dos bancos más activos en este tipo de financiación junto con Santander, concediendo en 2019 financiación nueva por 2.000 y 2.300 millones de euros, respectivamente.
En abril, el número de hipotecas constituidas sobre viviendas registró una caída interanual del 18,4% hasta las 23.840, con un descenso también el importe medio, que es de 125.338 euros, un 1,2% menos que en el mismo periodo del año anterior.