Madrid Aloja ha presentado un plan de acción ante la nueva normativa que ultima el Ayuntamiento de Madrid sobre el alquiler turístico en la ciudad. Entre las medidas propuestas está la de acotar el número de nuevas viviendas turísticas hasta el 40% de los pisos que alberga un edificio.
Por encima de ese porcentaje, el sector recomienda que se tramite el cambio de uso a Apartamento Turístico de todo el edificio, lo que a la postre serviría para garantizar un crecimiento urbanístico ordenado.
Madrid Aloja, que aglutina casi una de cada cuatro viviendas de uso turístico, aboga por una regulación más exigente para devolver la seguridad jurídica al sector, así como contribuir a la reactivación del turismo y a asentarlo como base sobre la que mejorar el modelo productivo.
El objetivo es crear una oferta de alquiler vacacional centrada en la sostenibilidad y la calidad, en línea con el Plan Estratégico de Turismo 2020-2023 puesto en marcha por el consistorio madrileño.
Motor para la economía y el empleo
El alquiler vacacional se postula como motor para acelerar la recuperación económica, sobre todo, a la vista de su efecto tractor en sectores tan damnificados por la pandemia como el del comercio o la hostelería, o incluso en localidades y provincias aledañas como distribuidor territorial del gasto.
Y es que apenas un 24% del gasto que realizan estos turistas durante su estancia es para el alquiler, distribuyéndose el 76% restante en tiendas y supermercados de proximidad, museos, restaurantes, bares, etc., según datos de la Universidad de Salamanca.
Dentro de la batería de medidas que recoge el plan de acción, destaca el censo de viviendas turísticas, con un sistema de plazas limitado y que sólo acepte altas si se producen bajas. Su finalidad es acotar el número de viviendas, lo que permitiría controlar la oferta y trasladarla a otros barrios, manteniendo el equilibrio entre todos los tipos de oferta tanto de alquiler como residencial.
Limitaciones
Para garantizar el turismo de calidad, Madrid Aloja llama también a combatir la sobreocupación, fijando un límite en el número de huéspedes por vivienda para acabar con los problemas originados por su acumulación e imponiendo sanciones a las plataformas que recojan anuncios con ocupaciones por encima de las permitidas, a los gestores que anuncien más de las autorizadas o a los usuarios irresponsables con el número de ocupantes.
Asimismo, la asociación propone la creación de un depósito de garantía proporcional al número de huéspedes. También se plantean otras medidas como la instalación de sistemas de controles de ruido y vigilante nocturno para garantizar el descanso de todos, el acceso digital al inmueble o la creación de la Oficina de Servicio de Mediación y Convivencia para que los vecinos se sientan escuchados y atendidos; una medida que ya ha demostrado en otras urbes más de un 90% de eficacia para resolver los problemas más comunes.