El Gobierno español presentó ayer el denominado ‘Plan para la transición hacia una nueva normalidad’, una hoja de ruta para, en el plazo de dos meses, volver a reactivar la economía parada para frenar la pandemia del Covid-19.
A diferencia de otros países, el Ejecutivo liderado por Pedro Sánchez ha preferido no fijar fechas concretas para la reapertura de negocios como por ejemplo hoteles y otros alojamientos turísticos, pendientes de cuál puede ser su retorno durante la vital campaña de verano, si no que ha fijado un plan a cuatro fases: 0,1,2 y 3.
La primera de ellas, ya oficialmente en vigor, supondrá implementar pequeñas medidas de apertura, con especial foco en aquellas zonas geográficas menos afectadas por el coronaviurs. Así, las islas Canarias de La Gomera, El Hierro y La Graciosa y Formentera en Baleares tendrán menos restricciones a partir del 4 de mayo, cuando pasarán a la fase 1. El resto del país no llegará a esa nueva etapa hasta el 10 de mayo.
En el caso de hoteles, a nivel general y previniendo una escala asimétrica por zonas, no podrán abrir hasta la fase dos y lo harán con una importante limitación de su aforo. Así, en los establecimientos turísticos se restringirá el aforo de zonas comunes a un tercio.
Más restrictivas serán las medidas en centros y parques comerciales, que podrán reabrir al público durante la fase 2 aquellas zonas que durante el estado de alarma han estado clausuradas, aunque prohibiéndose la permanencia en las zonas comunes o áreas recreativas. En la fase tres, ya no habrá dicha limitación, no obstante, en los restaurantes, cafeterías o bares se exigirá un aforo máximo del 50% de su capacidad, garantizando la separación entre clientes.
La apertura de playas, también garantizando las medidas sanitarias de seguridad, también se producirá en esta última fase 3, prevista para finales de junio.