Después de más de un año en negociaciones exclusivas, Cerberus -actual dueño de Haya Real Estate– ha roto las conversaciones con Centricus para la compra del servicer. El fondo ha decidido valorar otras oferte y tratar de relanzar el proceso de venta, según informa Cinco Días.
Tras el intento fallido de sacar a Bolsa el gestor de inmuebles de los bancos por más de 1.000 millones en 2018, Cerberus, que ha agrupado en Haya Real Estate las empresas de gestión inmobiliaria de Bankia y Liberbank, entre otras, probó con una venta privada.
Citi había participado en el proceso de salida a Bolsa y fue el encargado de coordinar la operación. Centricus fue el ganador de la puja, con quien empezó unas negociaciones en exclusiva hace más de un año. Sus competidores, el italiano doBank y el nórdico Intrum, fueron los otros finalistas. Ahora, las relaciones entre ambas compañías están rotas.
Uno de los problemas principales de la operación han sido las complicadas perspectivas de su modelo de negocio. Este tipo de compañías nacieron durante la crisis para gestionar y vender los activos ligados al ladrillo que se habían quedado los bancos como consecuencia de la crisis financiera y el derrumbe de la construcción. Sin embargo, ahora los bancos han dejado de desaguar activos a estas sociedades, puesto que la morosidad ya no es tan elevada ni sus balances están tan dañados.
Valoración de Haya Real Estate
Haya Real Estate cerró el primer trimestre del año con pérdidas de 13,9 millones de euros, frente a las de 10,6 millones de 2019. Mientras que los ingresos pasaron de los 59,7 millones a los 45,2 millones. Asimismo, los activos bajo gestión se han reducido hasta los 34.000 millones.
Por otra parte, en enero el servicer presentó un ERE que ha afectado al 26% de la plantilla. La compañía estima que este proceso le ha supuesto un gasto extra de 6,4 millones, pero que recortará 10 al año. Esto sitúa a la empresa en una mejor situación de cara a una eventual venta, una vez ajustados los costes, según fuentes financieras.
Este negocio decreciente ha sido el principal interrogante para la valoración de la empresa. En sus primeras tasaciones, Cerberus partía de los 1.200 millones de euros. Una cantidad que se reveló desorbitada para una salida a Bolsa y que ningún comprador estuvo dispuesto a abonar. El precio se fue reduciendo hasta el entorno de los 700 millones de euros, según las últimas propuestas de Centricus.