Cementos Molins ha paralizado sus instalaciones industriales en España, entre ellas la cementera que tiene en Sant Vicenç dels Horts (Barcelona), cuyos hornos de producción han empezado a pararse progresivamente, un proceso que requerirá de 48 horas para completarse y hacerse de forma segura.
La compañía catalana ha tomado estas medidas para cumplir con el último decreto del Gobierno para hacer frente al coronavirus, según ha informado a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Cementos Molins ha explicado que desde el inicio de la propagación de la pandemia está ejecutando «los planes de contingencia necesarios para garantizar la seguridad y salud» de sus empleados, así como «la continuidad del negocio y el servicio al cliente, respetando siempre las indicaciones de las autoridades de cada país».
Aunque la firma ha admitido que ha extendido el teletrabajo a todo aquel personal que pudiera hacerlo, asegura que «la rápida propagación del Covid-19 y las distintas medidas que están adoptando los países afectados para combatirlo han repercutido en la actividad de algunas de las plantas de Cementos Molins».
Además de España, la empresa se ha visto forzada a paralizar recientemente su actividad en Argentina, Uruguay, Bolivia, Colombia y Túnez. Cementos Molins ha concretado que «mantendrá paralizada su producción en aquellos países donde así lo estipulen sus respectivos decretos gubernamentales y, por otra parte, la empresa tiene los planes preparados para reanudar sus operaciones en cuanto las circunstancias de cada país lo permitan».
