El sector inmobiliario español se enfrenta a una nueva crisis 12 años después del último crack, motivado por la crisis del Covid. Un nuevo desafío, el cual las empresas del sector encaran en una situación totalmente diferente, tendrá un gran impacto en su negocio en 2020 así como en el próximo ejercicio.
Así lo revela el último elaborado por CaixaBank Research que prevé que aunque el sector inmobiliario no será uno de los más perjudicados por el Covid-19, sí que se verá afectado.
En este sentido, el informe recoge una caída en la compraventa de inmuebles de entre un 30% y un 40% para el conjunto de 2020, tras un retroceso interanual del 39% interanual, a la que podría contribuir especialmente el descenso de las compraventas por parte de extranjeros.
Tras el confinamiento, la actividad constructora ha sido una de las que más rápido ha podido reanudar su actividad para continuar y finalizar los proyectos que estaban en marcha pero se espera una notable ralentización de la iniciación de nuevos proyectos de edificación. En este sentido se prevé que los visados de obra nueva puedan retroceder entre un 20% y un 40% en 2020.
El contexto de incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y la actividad económica afectará negativamente a la demanda. Esto influirá sobre el precio de la vivienda que podría experimentar un ajuste acumulado (2020 y 2021), de entre un 6% y un 9%.
Caixabank Research subraya que la evolución de los precios será diferente en función del área geográfica y el tipo de vivienda, siendo las zonas turísticas y las viviendas de segunda mano las que sufran un mayor impacto.
(próxima ampliación)
