

El plan de acción de préstamos dudosos (NPL) de la Comisión Europea tiene como objetivo prevenir una futura acumulación de préstamos de dudoso cobro en toda la Unión Europea como resultado de la crisis del Covid-19.
El eje de la estrategia es el de garantizar que hogares y empresas sigan teniendo acceso a la financiación que necesiten durante toda la crisis y, sobre todo, reducir las carteras en manos de bancos para mejorar solvencias. Según los cálculos de Prime Yield, firma integrada en Gloval, con la pandemia se podría doblar el stock actual de préstamos dudosos en España hasta los 160.000 millones.
Así está en el mercado español
En concreto, España cuenta con un stock actual de 79.300 millones de euros de préstamos dudosos, un 6% menos respecto a la cifra registrada en junio de 2019. Así, nuestro país es el tercero de la Unión Europea con un mayor volumen de NPL, solo por detrás de Francia, con 126.600 millones de euros, e Italia, con 108.400 millones.
En la estrategia de NPL, se ha descartado la creación de un banco ‘malo’ europeo que aglutinara todos los créditos fallidos y dudosos, y anuncia que ‘explorará la posibilidad’ de poner en marcha una red europea que conecte las compañías nacionales de gestión de activos, como la Sociedad de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) en España.
La estrategia, anunciada por el vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Valdis Dombrovskis, y la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuinness, gira en torno a cuatro ejes.
Desarrollo de mercados secundarios
El primero de los objetivos es el de desarrollar aún más los mercados secundarios para los activos en dificultades, lo que permitirá a los bancos eliminar los préstamos dudosos de sus balances y, al mismo tiempo, garantizar una mayor protección para los deudores.
¿Qué supone en la práctica? Potenciar la creación de bancos malos nacionales, como la Sareb en España, que permitan a los bancos sacar de balances estos activos que perjudican ratings y calificaciones. De hecho, la agencia de calificación crediticia Moody’s ha valorado de forma positiva para el crédito de la banca europea esta estrategia, en lo que respecta al incremento de los mercados secundarios para activos tóxicos.
Como segundo objetivo, la Comisión quiere reformar la legislación de la UE sobre insolvencia empresarial y recuperación de la deuda, lo que contribuirá a la convergencia de los distintos marcos de insolvencia en toda la UE.
El Ejecutivo comunitario aboga por un marco legislativo sobre procedimientos que sirva para dar «certidumbre legal y para acelerar la recuperación del valor en beneficio tanto del acreedor como del deudor».
Empresas AMC
En tercer lugar, la Comisión quiere apoyar el establecimiento y la cooperación de empresas nacionales de gestión de activos (AMC) a nivel de la UE. Un paso importante en este proceso sería la adopción de la propuesta sobre administradores y compradores de crédito, que siguen discutiendo el Parlamento Europeo y los gobiernos.
Y por último, implementar medidas preventivas de apoyo público, cuando sea necesario, para garantizar la financiación continua de la economía real en virtud de la Directiva de recuperación y resolución bancaria de la UE y los marcos de ayudas estatales.