Cuatro años después de su polémica puesta, el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Ada Colau (Barcelona en Comú), ha actualizado Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT).
«Tras cuatro años de aplicación, el pasado enero se aprobó inicialmente la revisión del texto para ponerlo al día y adaptarlo a la situación actual ya la de los próximos años. Ahora, una vez finalizado el período de exposición pública y el proceso de participación y debate con los grupos políticos, vecinos, entidades, la normativa se someterá al visto bueno final, que se dictaminará el próximo martes a la Comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad y se votará en el Plenario del Consejo Municipal del 23 de diciembre», explican desde el Consistorio.
Entre las principales novedades para el sector hotelero, muy crítico con la normativa barcelonesa que ya impedido el desarrollo de proyectos de referencia en edificios como Torre Agbar y la extinta sede de Deutsche Bank, se incluyen cambios en la división de la ciudad en cuatro áreas, con normativas diferentes.
«El articulado final del PEUAT mantiene el mismo espíritu y objetivos que el de enero de 2017. Entonces se sacó adelante un instrumento innovador que convertía Barcelona en la primera ciudad con una regulación de estas características, con una división por zonas que protege a los barrios más saturados y permite una implantación ordenada en los barrios más descongestionados. Existe una zona de decrecimiento natural en el centro –zona específica 1–; una de mantenimiento en la corona que rodea el ámbito central –zona específica 2– y una de crecimiento contenido en el resto del territorio –zona específica 3–, además de ámbitos específicos que coinciden con zonas de la ciudad en transformación –zona específica 4. Y se establecen límites al aumento de plazas y otros requisitos, tales como que los nuevos establecimientos no pueden sustituir a viviendas existentes», señalan.
Hasta ahora, en la zona 1, si se realizaba una gran reforma en un hotel, este establecimiento debía renunciar al 20% de las plazas. Con la actualización del PEUAT, este requerimiento desaparece.
22@
En cambio, el distrito del 22@, un foco de atracción para empresas e inversores, pasa a ser considerado zona 2 en vez de cuatro, con lo que no se podrá abrir ningún establecimiento turístico si no cierra otro.
En rueda de prensa, el vicealcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, junto a la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, han explicado que esta medida es un ejemplo de la contención en la oferta turística en una zona donde desde 2017 se han triplicado las plazas hoteleras.
Apartamentos turísticos
Hasta ahora, si un piso turístico cerraba en la zona específica 1 –de decrecimiento natural– se podía abrir otro en la zona específica 3 –de crecimiento contenido–, y si cerraba uno en la zona específica 2 –de mantenimiento– se podía implantar uno en la misma zona específica 2 o en la 3, siempre cumpliendo las condiciones generales –ubicarse en un edificio exclusivo y que en el edificio no hubiera ninguna entidad destinada a vivienda previamente–.
El nuevo PEUAT, la zona 2 también pasa a ser considerada de decrecimiento, como la zona específica 1, con lo que en caso de cierre de HUTs, no se podrá abrir ninguna nueva ni en el centro ni en la corona que rodea el ámbito central de la ciudad.
El texto aprobado por ambos socios mantiene la prohibición del alquiler de habitaciones turísticas por períodos de 31 días o menos, y sólo se admiten si se abren en viviendas de uso turísticas que se reconviertan a residencia habitual. Esto significa que el piso turístico tendrá que pasar a ser residencia habitual, por lo que recuperará el uso de vivienda.
En el documento de aprobación definitiva también se propone la eliminación de la bolsa existente de HUTs que se habían dado de baja en las distintas zonas de la ciudad. Esta bolsa estaba conformada por un total de 46 habilitaciones de HUT que podían volver a implantarse.
