Varios fondos de inversión se han interesado por los conocidos como antiguos suelos de Repsol de Málaga, unos terrenos con casi 180.000 metros cuadrados de superficie ubicados en plena capital malagueña. Incluso alguno de estos postores han presentado ante la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga ofertas para mostrar su intención formal de hacerse con los aprovechamientos de estos terrenos.
La parcela cuenta con 177.548 metros cuadrados de superficie y limita al sur con Avenida de Europa, al este con Avenida de Juan XXIII, al oeste con Calle Sillita de la Reina y al norte con Calle Bodeguero, junto al barrio de Huelin. Del total del suelo, más del 56% es del Ayuntamiento de Málaga y el resto es de Árqura Homes, promotora creada por la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) para dar salida a los suelos adjudicados a través de la promoción.
En estos momentos, el Ayuntamiento de Málaga está valorando las distintas ofertas. “Estamos reuniéndonos con los inversores y negociando”, ha asegurado a Brainsre.news Raúl López, concejal de Ordenación del Territorio de Málaga.
Asimismo, el edil ha afirmado que cuando las propuestas sean firmes el Consistorio sacará los terrenos a subasta pública «para que todo aquel que quiera comprar pueda hacerlo”. No obstante, el concejal no se atreve a poner una fecha aproximada de cuando será, ya que «todo depende de cómo avancen las negociaciones».
Según ha explicado López, este suelo es fruto de varios convenios urbanísticos cerrados entre 2008 y 2011, que por la crisis económica fue pasando por diferentes manos de fondos y bancos. Finalmente, acabó quedando inmóvil y sin ningún proyecto previsto para su explotación. Por eso, el Ayuntamiento de Málaga decidió rescatar parte de este activo. «Al haber un propietario público se impulsaba que el suelo no se quedara baldío durante décadas buscando un posible comprador», ha aclarado el concejal.
Proyecto urbanístico
De los 177.548 metros cuadrados, casi 79.900 m2 estarán ocupados por el gran parque que contará con 750 árboles, un jardín floral, un lago en el centro del parque rodeado de colinas, parques infantiles, entre otras. Mientras que más de 43.400 metros cuadrados estarán ocupados por el viario. El desarrollo residencial protegido se levantará en casi 4.900 metros cuadrados y el residencial libre en 7.300 m2. Por otro lado, 13.400 metros se destinarán a uso terciario: comercial y oficinas. Por último, los 28.700 m2 restantes los ocuparán equipamientos públicos.
El proyecto de actuación incluye cuatro construcciones en altura, un desarrollo de 98.000 metros cuadrados de techo edificable de residencial y 44.000 m2 de techo de comercial.
En concreto, las torres van a contar con 28, 30, 32 y 34 plantas. “Estos edificios pueden construirse o bien 100% residencial o residencial y oficinas al 50%. El planeamiento que hay en esa estructura te permite decidir el uso”, ha afirmado el concejal.
Aunque esto es lo que contempla el proyecto de urbanización, cuyo planeamiento ya está aprobado, está aún pendiente de la evaluación ambiental de la Junta de Andalucía. Una vez se adquieran los terrenos, el inversor decidirá si destina la totalidad a viviendas o la mitad a oficinas y la otra mitad a residencial.
No obstante, López ha asegurado que «la idea es animar a un inversor privado a que construya muchas oficinas para generar un equilibrio entre el número de oficinas y el número de viviendas, para que se convierta en la nueva City empresarial de la ciudad«.
Mercado residencial de Málaga
El precio medio de la vivienda de obra nueva en Málaga ha ascendido a 2.759 euros el metro cuadrados en tercer trimestre de 2020, lo que supone un aumento del 48,9% respecto al importe medio registrado en el mismo periodo de 2015, según datos recogidos por la plataforma de big data inmobiliario Brainsre.
En 2020, se han iniciado 33 proyectos residenciales en Málaga, lo que supone un total de 667 viviendas.
De estas promociones, destacan cuatro, por el número de viviendas que las componen. En julio, Habitat inició un proyecto de 87 viviendas en la Avenida Los Guindos. Por otro lado, en el Paseo de Antonio Banderas la promotora Metrovacesa comenzó en abril las obras de un residencial de 71 apartamentos. Mientras que Sierra Blanca Properties empezó un residencial de 69 viviendas también en la zona. Por último, Vía Célere inició antes del estallido de la pandemia, en febrero, un desarrollo de 56 pisos.
Los promotores más activos de la capital malagueña en los últimos meses han sido Hi! Real Estate, Habitat, Metrovacesa, Sierra Blanca Properties, Vía Célere, Cemosa, Taylor Wimpey y Exxacon, entre otras.
Cronología de los terrenos de Repsol
Los antiguos suelos de Repsol han pasado por diferentes manos y han servido para diferentes usos. En la década de los 60, estos terrenos alojaban una planta de almacenamiento de petróleo de la empresa nacional Calvo Sotelo, germen de la actual Repsol. Poco a poco, los depósitos comenzaron a estar rodeados de viviendas, por lo que el Ayuntamiento de la ciudad negoció con la compañía el desmantelamiento de las instalaciones.
En 1991, el Ayuntamiento de Málaga y Repsol firmaron un convenio para dejar sin servicio estos depósitos de petróleo. Una década después, el Consistorio y la multinacional suscribieron un nuevo acuerdo para retirar los grandes tanques y descontaminar los terrenos, que ocupan una superficie de 177.548 metros cuadrados.
Tras impulsar una recalificación de los terrenos, el Ayuntamiento suscribió en 2006 un convenio urbanístico con la promotora granadina Comarex para transformar la zona con la construcción de cuatro rascacielos de hasta 34 plantas para 932 viviendas y un hotel, otras cuatro torres con 400 VPO, zonas comerciales, equipamientos públicos y un parque de 70.000 metros cuadrados. A cambio de triplicar la edificabilidad de la parcela, las arcas municipales se embolsarían 82,3 millones de euros. La inversión total se cifró en 573 millones.
No obstante, la tramitación urbanística para desarrollar los terrenos se demoró más de lo previsto y llegó la crisis. Ante las dificultades de afrontar el proyecto, la promotora lo dejó en manos de Caixa Galicia, entidad con la que ya compartía parte de esta promoción y que llegó a abonar 12 de los 82,3 millones contemplados en el convenio.
Ante la imposibilidad de asumir los 70,3 millones pendientes, la caja gallega y el Ayuntamiento acuerdan que el abono se haga en suelo, quedándose la ciudad con los derechos urbanísticos de parte de estos terrenos. La otra parte quedó en manos de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Varios, el Ayuntamiento y Sareb elaboran el actual plan urbanístico.