
«Estamos deseando inaugurar nuestras nuevas oficinas en la emblemática Battersea Power Station para muchos de los miembros de nuestro equipo en Londres a principios del año que viene», twitteó ayer Tim Cook, CEO de Apple. El directivo compartió en redes sociales las primeras pistas sobre las nuevas oficinas de la compañía, que estarán listas a principios de 2023 y ocuparán la emblemática Battersea Power Station.
Se trata de «un homenaje a esta increíble ciudad y un reflejo de nuestro compromiso con el futuro de Apple en el Reino Unido», según el directivo. En realidad, el inmueble es una antigua central eléctrica cuyas cuatro chimeneas ya forman parte del skyline londinense. La creciente de demanda de espacio en vivienda y oficinas ha reconvertido el complejo en un espacio para oficinas, parte del cual estará ocupado por Apple.
Seis plantas en abierto, luz natural y techo acristalado. Según los avances de Cook, el espacio, ubicado junto al río Támesis, podría haber respetado la arquitectura original apostando por estructuras en ladrillo. Además, las nuevas instalaciones contarán con árboles en su interior, siguiendo la línea de algunas Apple Store de referencia.
Cook escribe que «muchos» equipos de empleados comenzarán a trabajar en las nuevas oficinas londinenses, que materializarán «el reflejo» del compromiso de Apple para su futuro en Reino Unido. Por su parte, las redes sociales ya preguntan si el espacio podrá visitarse.
Battersea Power Station: de antigua central eléctrica a oficinas
La historia de la icónica central se remonta a siglos atrás: el edificio, de 1939, era la estructura de ladrillo más grande de Europa. Funcionó como central eléctrica hasta 1983, cuando se relegó al carbón como materia prima para la generación de energía. Hasta la banda británica Pink Floyd decidió hacerle un homenaje al espacio, dedicando la portada del disco Animals a la central y otorgándole así una fama inesperada.

La nueva vida de la central de Battersea para por el empeño del estudio Wilkinson Eyre, que ha llevado a cabo una ambiciosa reforma junto al arquitecto Rafael Viñoly para la reconversión del espacio. Así, la vieja central londinense pasará a ser un complejo comercial y de ocio, con plantas dedicadas a oficinas y viviendas de lujo, según publican diversos medios.
Una de las chimeneas de la conocida central eléctrica contará con un mirador 360º, un proyecto que significará también la instalación de un ascensor de 15 metros cuadrados en la parte interna de la estructura. El mirador estará a 109 metros del suelo y tendrá capacidad para 30 visitantes. En un principio, se planteaba que estuviera en funcionamiento este mismo mes de septiembre.