
La patronal de las empresas de reformas, Andimac, propone un plan nacional de rehabilitación y reforma para ejecutar la dotación presupuestaria destinada a mejorar la eficiencia energética de edificios, para lo que respalda un único modelo que pueda gestionarse desde las comunidades y extrapolarse fácilmente.
La patronal defiende el acuerdo entre el Gobierno y las autonomías para evitar los retrasos e ineficiencias que provoca la transferencia de competencias en materia de vivienda y facilitar el acceso a los fondos.
Asimismo, Andimac considera que el presupuesto es una condición necesaria, pero no suficiente, por lo que recomienda una serie de medidas complementarias para derribar las barreras de la toma de decisión.
«La inercia de las obras iniciadas se está agotando y los visados de obra nueva y rehabilitación mantienen caídas superiores al 20%, lo que constituye una seria amenaza para el conjunto de la economía del país para el próximo año», ha asegurado la patronal, que pide operar con mecanismos ágiles, simples, complementarios y garantistas para usuarios y administraciones.
En este sentido, Andimac exige incentivos como un Fondo de Garantía para hogares vulnerables que permitan obtener apoyos de hasta el 100% del presupuesto, aseguren el acceso a las ayudas y minimicen el riesgo de por sí muy limitado que asumen los bancos al financiar las obras de rehabilitación.
Para contrarrestar la caída, la patronal también propone medidas de corte fiscal como la recuperación de la deducción en el IRPF por reformar la vivienda habitual que, según sus cálculos, beneficiaría a unos 270.000 contribuyentes, que podrían deducirse unos 100 millones de euros. Ese ahorro incrementaría el número de obras de mantenimiento y mejora, y tendría un mayor retorno para las arcas públicas vía IVA. También serviría para acabar con la competencia desleal y supondría un incentivo para aflorar unos 8.000 millones de euros de economía sumergida.
Caída de los proyectos de rehabilitación
La crisis originada por la pandemia ha provocado la disminución de la superficie rehabilitada residencial del 7,6% y del 38% en el caso de la superficie rehabilitada no residencial, según recoge el Barómetro de Arquitectura y Edificación.
El descenso ha sido más ligero en la rehabilitación integral y parcial de viviendas, donde el número de inmuebles visados ha caído un 6% entre enero y septiembre, con 18.330 rehabilitaciones visadas frente a las 19.506 del mismo periodo de 2019.
Las operaciones empezaron a contenerse en el mes de abril, en mayo cayeron un 18,6% en comparación con el mismo mes del año anterior y remontó cuando el Gobierno levantó las restricciones a las reformas y volvieron a desplomarse un 48,4% en julio respecto al mismo mes de 2019.