Altamira anima el mercado de los descuentos en inmuebles terciarios, al estilo de las que ya venían siendo habituales en vivienda. El servicer del grupo italiano DoBank y Santander, ha lanzado al mercado un paquete de inmuebles, que incluye garajes, locales, naves, y oficinas, con descuentos de hasta el 30%.
En paralelo también oferta los tradicionales descuentos en viviendas y suelos sin edificar que periódicamente llevan a cabo los servicers del mercado. La campaña lanzada por el servicer también incluye los gastos notariales gratuitos, y gran parte de los activos se ubica en Valencia y Madrid.
La campaña de esta firma se suma a otras que ya están presentes en el mercado y que en los últimos meses venían intensificándose, y que a raíz de la crisis pandémica aumentarán previsiblemente. Por ejemplo, Grupo Cooperativo Cajamar y Haya Real Estate lanzan una nueva campaña, denominada “#MásQueUnaCasa”, con una selección de más de 4.000 inmuebles con descuentos de hasta el 60 % sobre el valor de tasación.
También Aliseda Inmobiliaria, la compañía controlada por Santander y Blackstone, ha lanzado una nueva campaña para vender algunos de los activos inmobiliarios que posee en cartera; en este caso son terrenos con la novedad de que incorporan pago diferido hasta 2021.
Los servicers, las plataformas con activos procedentes de la banca, están lanzando campañas con descuentos del 70% en pisos, ventas especiales de casa o jardín o reservas sin penalización. Algunas compañías creen que esta es la mejor forma para atraer clientes ahora y en los próximos meses ante la parálisis de la economía por la crisis post-Covid y el esperado desplome en los precios de vivienda de segunda mano.
Así, Sareb ha mandado a Haya Real Estate, Altamira Asset Management, Servihabitat y Solvia -los cuatro grandes servicers con los que trabaja- comercializar unos 9.600 activos, un tercio de la cartera de inmuebles listos para la venta de la compañía. La campaña incluye descuentos que alcanzarán, de media, el 15% respecto a los precios a 14 de marzo, cuando se decretó el estado de alarma. Dicha cartera de inmuebles tiene un valor en libros cercano a los 700 millones de euros
