Un momento donde se alinearon los planetas. Así define Michael Elizalde, consejero delegado de Grupo ACR desde hace seis años, la situación que vive una de las constructoras más longevas en España.
«La compañía se encuentra en el sitio adecuado. Se han alineado los astros porque hemos vendido la promotora mientras hacíamos el nuevo lanzamiento», explica Elizalde en un reducido encuentro con periodistas.
El ejecutivo se refiere al cierre, hace apenas un mes, de la venta de su promotora Áurea Homes, a la cotizada Aedas, y al lanzamiento de su nueva imagen corporativa, con nuevos objetivos. «El sector está en un momento de inflexión en materia de sostenibilidad e industrialización, y nosotros queremos liderarlo», asegura Elizalde.
ACR ha desvelado las cifras de su ejercicio 2020, donde la compañía constructora logró unas ventas de 243 millones de euros, un 46% más, con una cartera valorada en 254 millones. «Hemos logrado un beneficio de 3,3 millones de euros. En medio de la pandemia, logramos cumplir con nuestros objetivos, con 26 proyectos y 3.000 viviendas en construcción». Una buena tendencia que se mantiene en 2021, señala su responsable. «A julio de 2021, ya contábamos con una cartera de proyectos de 300 millones«.
Costes de construcción
Sin embargo, desde ACR reconocen que no todo es positivo en el sector: la subida de los costes de construcción ha supuesto y sigue suponiendo un desafío para sus cuentas. «La escalada se inicia en cuanto se recupera la actividad. Se han disparado más de un 10% en los últimos nueve meses y en el interanual han subido un 13,5″, revela Elizalde.
Más alza de precios de la vivienda sí, boom no
«Los costes de estructura se han elevado un 28%, el de cimentación un 23% y el de algunos materiales un 18%. Esto aún no se ha trasladado al cliente final, sino que se ha asumido entre constructores y promotores«.
Sin embargo, el ejecutivo revela la realidad del sector: aunque los precios de los materiales que han subido recientemente -como hierro, cobre, madera o materiales plásticos- «están tendiendo a estabilizarse», la construcción adolecerá de otro problema: la falta de mano de obra. «Hay un problema de renovación generacional que no se va a solucionar a corto plazo, porque no se van a dar de nuevo salarios elevadísimos, va a ir más en línea de la industrialización y eso supone unos cuantos años».
Este problema provocará que haya una escasez de vivienda y que se mantengan las dificultades de acceso a la vivienda, pero sin la burbuja de antaño, asegura Elizalde. «Hay más demanda de vivienda de la que podemos construir y durante mucho tiempo va a ser así. Vamos a mantenernos en entre 80.000 y 90.000 viviendas construidas al año, cuando la demanda es de 120.000 y creo que eso es bueno».
«Vamos a construir 80.000 viviendas al año cuando la demanda es de 120.000 y eso es bueno»
Alianzas en industrialización
En este sentido, ACR trabaja ya en aumentar su actividad de construcción industrializada. Así, si su objetivo hasta hace poco era alcanzar en cinco años una cuota del 10% del total de sus obras en proyectos de vivienda industrializada, ahora aumenta considerablemente.
«Estamos cerrando alianzas importantes en este sentido. Tampoco descartamos compras corporativas. En tres o cuatro años, esperamos alcanzar el 20% o 25% del total de las obras», apunta.